Pendientes Amaryth

El acero inoxidable es reconocido por su extraordinaria resistencia ante impactos, arañazos y otros perjuicios. Esto convierte a las joyas de acero inoxidable en perfectas para el uso cotidiano, dado que no se deterioran con facilidad.

Numerosas personas experimentan reacciones alérgicas a determinados metales, en particular al níquel, presente en numerosas joyas de baja calidad. No obstante, el acero inoxidable de alta calidad es hipoalergénico, lo que lo convierte en la opción perfecta para aquellos con piel delicada. Esto posibilita que un mayor número de personas puedan utilizarlo sin sufrir irritaciones o reacciones cutáneas.

El acero inoxidable tiene resistencia contra la corrosión y la oxidación, lo que implica que no se torna verde ni se vuelve oscuro con el paso del tiempo, como podría ocurrir con la plata o metales menos duraderos.

A diferencia de la plata, que tiende a oscurecerse con el paso del tiempo y necesita ser pulida con regularidad, el acero inoxidable necesita un cuidado mínimo. Normalmente, es suficiente con limpiar las joyas de acero inoxidable con un paño suave y agua jabonosa para conservar su estado original.